Nuestra Historia
El Palacio
Como una joya de la Corona se mantiene el Palacio Irarrázaval, por más de 80 años sede del Círculo Español. Sus interiores hablan de majestuosidad y de la vida de un ilustre aristócrata chileno, también vinculado a la corte española, que fue dueño del balneario de Papudo. Hoy, pasear por su espectacular frontis neoclásico sobre la Alameda es una verdadera delicia.
Un día 3 de mayo, hace ya varios años, se ofrecía en Alameda 1550 un glamoroso baile de gala: 1.800 invitados, conmovedores discursos, cena exquisita, baile hasta las 7:00 de la mañana. A las 11:30 de la noche llegó el invitado ilustre, el Presidente de la República, Pedro Aguirre Cerda, acompañado de su esposa y de varios ministros de Estado. Entre aplausos y aclamaciones fueron recibidos por los dueños de casa: Miguel Lacámara, presidente del Círculo Español, y el entonces embajador de España.



Era una noche especial. La colonia española en Chile inauguraba la que ha sido su casa más duradera, el elegantísimo Palacio Irarrázaval, después de una larga peregrinación por 10 edificios del centro de Santiago. Las sedes más importantes fueron una en Agustinas frente al Hotel Crillón, de donde fueron expulsados en 1890 por las monjas agustinas, dueñas de la propiedad; y dos más, en Ahumada y Estado, que sucumbieron bajo las llamas de feroces incendios. El palacio prometía estabilidad a una sociedad que ya contaba con alto prestigio en Chile.
“Este día –dijo a los invitados a la inauguración un conmovido Miguel Lacámara– quedará escrito con letras de oro en los anales de nuestra entidad… al ver cumplido lo que creímos un sueño: casa propia, con la esplendorosidad que veis, sentimos un legítimo motivo de justa vanidad“. Sin duda tenía una especial relación con el palacio, pues fue él quien no quiso dejar pasar la oportunidad de comprar la residencia, que estaba a la venta y con varios interesados. Comprometió su propio patrimonio en la transacción y durante su gestión se llevaron a cabo todas las obras necesarias para convertir esta sede en el centro social de la colonia española de Santiago. En 1943, 3 años después de la compra, el Círculo Español le otorgó la distinción de Socio Honorario, colocando su retrato al óleo en la sala del directorio, donde se mantiene hasta el día de hoy.
La magnífica casa se construyó en 1906, a cargo del famoso arquitecto Alberto Cruz Montt. Su dueño original fue Fernanado Irarrázaval Mackenna, Quinto Marqués de Pica, título honorario entregado a su familia por el rey Carlos II de España. Fue también heredero de la enorme hacienda Pullally, que se extendía desde La Ligua hasta el actual pueblo de Papudo. En 1897 él mismo fundó el balneario, que al principio también funcionó como puerto, procurándose una casa para los veraneos de su familia. En paralelo decidió construirse un hogar en Santiago, sin escatimar en gastos, adquiriendo un solar en el barrio más elegante: Alameda entre Dieciocho y Ejército, donde se desarrollaba toda la vida social aristocrática.
Fernando Irarrázaval vivió en el palacio hasta su muerte, luego de la cual éste se puso en venta. Sin embargo, cuentan que sus últimos años fueron de extremo pesar: 2 de sus hijos fallecieron en el edificio el mismo día, suceso del cual nunca se recuperó.
Al instalarse en la casona, el Círculo Español remodeló la construcción bajo la dirección del arquitecto bilbaíno Juan Martínez Gutiérrez, autor de la Escuela Militar y de las de Derecho y Medicina de la Universidad de Chile.






En 1957 deciden ampliarlo, anexándole el Palacio Ochagavía –vecino al oriente, en la esquina de San Ignacio–, como cuenta Miguel Laborde en su libro “Santiago: lugares con historia”. Pese a las nuevas intervenciones a cargo del arquitecto Juan Uriarte, no se alteró la majestuosidad del diseño original.
De estilo neoclásico, como casi todas las construcciones de la época, el palacio “posee una fachada rítmica y animada, gracias al variado trabajo de los vanos que cambian en cada nivel, y el elegante acceso, ornamentado por un pequeño balcón”, comenta Laborde. Sus tres pisos –el tercero en forma de mansarda– marcan presencia frente a la Alameda, y sus interiores alhajados con mobiliario de la época y obras de arte originales, son prueba fiel de que el Círculo Español ha sabido mantener la estampa del edificio, donde sigue recibiendo a las generaciones de descendientes españoles en Chile desde 1880.
Centro de Eventos
El Palacio es actualmente un connotado y reconocido centro de eventos en Santiago. Más allá de un proyecto inicial como institución de colonia, ha sido escogido desde el principio por las personas que han protagonizado la vida social capitalina en los últimos 100 años. Prueba de ello es la gran cantidad de reuniones y acuerdos que han acontecido en su interior. Citas que luego han contribuido a engrosar las páginas más importantes de la historia de Chile. Por ello es el escenario perfecto para la celebración de su matrimonio y otros eventos, dándole exclusividad y elegancia, siendo precisamente todo lo que usted se merece.

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Eventos en nuestra vida como Centro de Eventos
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De canciones en nuestros eventos, durante nuestra trayectoria.